Es notorio en algunas razas de perros, que la región del hocico presenta una coloración marrón, de diferente color del pelaje del animal. Esa diferencia ocurre debido al exceso de secreción producida por los ojos para mantenerlos lubricados y evitar que objetos (como por ejemplo las pestañas y el pelaje del perro, cuando es largo) provoquen irritación de las corneas.
Esto ocurre debido al exceso de secreción cuando el ducto lagrimal es incapaz de absorber la lágrima producida por el perro, o también, por factores genéticos.
La limpieza de los ojos es esencial, pero es más importante mantener la región siempre seca, por eso, lave diariamente y seque con un paño bien limpio, pañuelo de papel, o incluso una gasa.
Es indicado masajear el costado de los ojos, evitando la obstrucción en la punta del lagrimal y mantener el rostro del animal bien limpio.
Le recordamos que por tratarse de un tema de salud, le recomendamos consultar a su veterinario de confianza al respecto.